sábado, 25 de abril de 2009

Pause Break


Sí, esto es exactamente lo que parece. Cinco minutos en Marte abre una apetecida pausa. Desconozco si larga, espero que fructífera, juzgo que imprescindible. Una pausa, no un cierre. Eso se verá. El que sigue activo es el blog paralelo que parió este espacio, en el que seguirán los encuentros, las confesiones, los relatos y las recomendaciones. Ya sabeis cuál. Prometí que os iba a encantar el rojo, y me temo que no he estado a la altura. Gracias a todos los que en algún momento habeis pasado por aquí, para sólo echar un vistazo o también para intercambiar opiniones. Nos vemos en todas partes. Hasta ahora.

miércoles, 1 de abril de 2009

Marvin Gaye - Lets Get It On

Baudelaire lo escribió en 'El esplín de París', antes e infinitamente mejor:

"Hay que estar siempre borracho. Ésa es la clave, ésa la única cuestión. Para no sentir la terrible carga del tiempo que os rompe los hombros y os inclina hacia el suelo, tenéis que emborracharos sin tregua. ¿De qué? De vino, de poesía, de virtud, a vuestro antojo. Pero emborrachaos"

Yo quería hablar de Marvin Gaye, pero el tipo francés de arriba lo había hecho antes. Quería hacerlo a propósito de excesos, porque hoy hace 25 años que se fue Marvin Gaye. Y él se bebió la vida y la música a toneladas. Pero qué difícil esquivar los tópicos y todo lo que ya se ha dicho tanto y tantas veces y tan bien. Lo dicho, que me encomiendo a Baudelaire en una dudosa pirueta. Pero es lo que hay. Que aproveche.

lunes, 16 de marzo de 2009

No tenemos perdón


Que el Teatro Bretón se moría era una evidencia desde hace años. Que nadie hizo nada por darle oxígeno, también. Entiéndase oxígeno por aprovechamiento; era de propiedad privada pero también un espacio al que todos, espectadores y firmas privadas, habríamos tenido acceso con voluntad política real de emplearlo. Que a Salamanca se le muera un teatro debería ser un drama. Más si es el Bretón, uno de los más vetustos de España. Pero que se convierta en plazas aparcamientos sea quizá la metáfora esclarecedora y dolorosa de hacia dónde vamos. Muchas cosas fallan a la vez cuando se horadan arcas municipales para sacar pecho por nuevos centros de arte –el CAEM y su erecta presunción, por ejemplo– y se aplica eutanasia a un inmueble que supura Historia pero al que no le brillan claraboyas de espejo ni una deslumbrante fachada.

Estamos peor que mal cuando se permite el derribo de un bien que si no ha sido aún declarado Patrominio Artístico es sólo por una cuestión de tiempo. Peor que mal cuando los mismos que ceden el paso a las grúas lloran porque el Auditorio Delibes de Valladolid lleve matrícula de Pucela. En los teatros antiguos y pequeños, baqueteados por los años, también vive esa criatura celosa y apetecible que llamamos cultura, aunque lo haga de puntillas. Aún necesitamos reir, llorar, saltar, vibrar sentados delante de una historia. Entre todos lo matamos. No tenemos perdón.

(Tribuna de Salamanca, 14/III/09)

jueves, 12 de marzo de 2009

Alfie Trailer

La condición nueva de la personalidad vinculada al vértigo emocional nace de la, también, nueva circunstancia. El Don Juan de José Zorrilla sólo fue la prehistoria de un reconfigurado hombre ocioso. Porque es en ese ocio en el que brota el show de la personalidad, el paroxismo de los sentimientos. No es casual que los personajes del cine y de las teleseries estadounidenses no tengan apenas que ir a trabajar, o a clase, o dediquen tiempo a tareas domésticas. Recursos y esfuerzos se reservan y se emplean, en exclusiva, en disquisiciones autoreflexivas, en la expresión de la personalidad. Las filias, los gustos, las preferencias personales son lo más relevante.

Ayer ví la versión de 2004 de Alfie, que es a su vez la puesta al día citado Don Juan. La expresión de un orden nuevo pero no tanto, que en la construcción femenina encarnan las Mujeres desesperadas, empeñadas en el legítimo consumo de sus múltiples accesorios, incluido el hombre banal y reemplazable. La configuración del género, masculino o femenino, por medio de la sobreexposición al otro.

Que el sistema se hay adueñado de esa extenuante compulsión al gasto, y que la haya articulado en un consumismo bronco, merece ser tratado en otro momento.


miércoles, 4 de marzo de 2009

Low - Murderer

Los años que viví en Madrid ya estuve planeando conocerte

miércoles, 18 de febrero de 2009

La gente va muy bien


No pensamos por corrientes de opinión, como creíamos, lo hacemos por espasmos. Hablamos de violencia de género cuando los informativos se llenan de sangre. De eutanasia cuando los padres de una chica que lleva en coma 16 años se enfrentan a un gobierno que hace todo lo posible por evitar el fallecimiento. Hablamos del cambio climático cuando la nieve nos bloquea en la A-6. Es decir, que opinamos de todo un poco sin saber de nada y casi siempre tarde.

Que hablamos mucho, y casi siempre mal, porque llevarse las manos a la cabeza cuando ya es demasiado tarde sólo sirve para hacer gimnasia pasiva con los brazos. Es decir, que en la maraña de sobreinformación que nos zarandea, opinar es como tocar el piano con los guantes de boxear puestos.Una torpeza. Pasma la ligereza con la que juzgamos, con igual soltura, a un presunto asesino en serie y a un árbitro que concedió un penalti injusto a favor del Barcelona. Nos gusta resolver a las bravas y a otra cosa.

En alguna realidad paralela debemos de ser diferentes; más instruidos, más precavidos, más fríos con lo que debemos serlo. Menos morbosos y mejores. Ni llenaríamos platós de televisión ni, seguramente, tantos silencios incómodos, pero asumiríamos que el mal, en forma de violencia, pederastia, muerte, huracanes y accidentes de tráfico es tan viejo como el mundo. Y que nosotros sólo deberíamos hablar para avisar que viene, que se acerca, y sólo para eso.

(Tribuna de Salamanca, 17/II/09)

lunes, 9 de febrero de 2009

Por qué Penélope Cruz es mentira


Porque un único registro interpretativo no hace de nadie un gran actor. Ni con todo el marketing del mundo.

Porque nunca sabremos hasta dónde habría llegado si no hubiera compartido lecho, fortuna, alfombra roja, repercusión y papel couché con Matthew McConaughey y el actor y productor Tom Cruise, pero lo sospechamos.

Porque encaja en ese estereotipo que la industria cinematográfica USA llama 'lo latino'... –histerismo, irracionalidad, temperamento a flor de piel– y nos tememos que nunca va a salir de él.

Porque no es casual que sus anunciantes le doblen la voz en sus promociones televisivas y los productores opten por lo mismo, aunque la película se emita para el mercado de habla hispana. Y aunque las escuelas de interpretación insistan en que la voz de un actor representa el 50% de su trabajo.

Por Volaverunt, Woman On Top, Vanilla Sky, Hi-Lo Country, Juegos de mujer, Gothica, Sahara, Bandidas, Todos los caballos bellos, La chica de mis sueños...

Porque si gana el Oscar, que lo puede ganar, ése siempre será el premio que nunca ganaron Charles Chaplin, Alfred Hitchcock, Cary Grant, Deborah Kerr, Greta Garbo o Fred Astaire.