jueves, 12 de marzo de 2009

Alfie Trailer

La condición nueva de la personalidad vinculada al vértigo emocional nace de la, también, nueva circunstancia. El Don Juan de José Zorrilla sólo fue la prehistoria de un reconfigurado hombre ocioso. Porque es en ese ocio en el que brota el show de la personalidad, el paroxismo de los sentimientos. No es casual que los personajes del cine y de las teleseries estadounidenses no tengan apenas que ir a trabajar, o a clase, o dediquen tiempo a tareas domésticas. Recursos y esfuerzos se reservan y se emplean, en exclusiva, en disquisiciones autoreflexivas, en la expresión de la personalidad. Las filias, los gustos, las preferencias personales son lo más relevante.

Ayer ví la versión de 2004 de Alfie, que es a su vez la puesta al día citado Don Juan. La expresión de un orden nuevo pero no tanto, que en la construcción femenina encarnan las Mujeres desesperadas, empeñadas en el legítimo consumo de sus múltiples accesorios, incluido el hombre banal y reemplazable. La configuración del género, masculino o femenino, por medio de la sobreexposición al otro.

Que el sistema se hay adueñado de esa extenuante compulsión al gasto, y que la haya articulado en un consumismo bronco, merece ser tratado en otro momento.


2 comentarios:

Unknown dijo...

Esta peli es como un caramelín neoyorkino, un panfleto de viajes y anuncios chachis como los de coca cola.
Esto es en definitiva lo que nos está guiando.
De acuerdo contigo: sobreexposición y consumo, definición personal. Pero cuál es el final del cuento? (supongo que busco etiquetillas que puedan salvarnos, jeje)
un beso^^

Laura dijo...

Esta peli me llamó mucho la atención cuando la vi hace ya unos añitos. Tienes razón, retrata al Don Juan moderno... perverso y narcisista, que usa a las mujeres para su propia satisfacción y después las abandona sin remordimientos y con un gran cinismo, cuando ya las ha conseguido.

Buen artículo :-)

(Laura E)