Observa la imagen. La madre protegiendo a sus hijos con su propio cuerpo; una mano en la cabeza del más lejano con el gesto del que quiere adivinar una salida y la otra en la cabeza de un niño que se atreve a mirar qué ocurre, pero que a fuerza de la costumbre ha aprendido que ante la inminencia de un posible disparo, lo primero es proteger la cabeza con las manos. Observa al niño del centro, el más pequeño, que se tapa los oídos, como si aplacar el ruido de las bombas terminara con ellas. Como si la realidad fuera uno de esos cuentos que se termina al cerrar el libro, al apagar la luz. Observa la los tres cuerpos como uno solo; madre e hijos aferrados al suelo y a la creencia de que algún día, a pesar de todo, la luz se apagará, el libro terminará.
El valiente no es el que nunca tiene miedo, sino el que lucha por superarlo con todas sus fuerzas. Quizá el mayor valor está en la mirada de estos tres héroes. Qué difícil ser niño en un mundo rebosante de blancos humanos, fuego amigo, bombas de racimo y comunidades internacionales. Cómo si ser un niño, por sí sólo, no fuera ya bastante.
El valiente no es el que nunca tiene miedo, sino el que lucha por superarlo con todas sus fuerzas. Quizá el mayor valor está en la mirada de estos tres héroes. Qué difícil ser niño en un mundo rebosante de blancos humanos, fuego amigo, bombas de racimo y comunidades internacionales. Cómo si ser un niño, por sí sólo, no fuera ya bastante.
3 comentarios:
Quiero gritar
Vano intento: intentar parar un trozo de metralla, una bala perdida (o no tan perdida) o la fachada que se desploma sobre ti... con tu mano. Recuerdo la imagen, aterradora, hace un par de años de un padre e hijo que se encontraron por esa misma zona con un cruce de disparos... el padre gritaba pidiendo que dejasen la lucha por el bien de su hijo, él también interpuso su cuerpo... y murió... y las balas le traspasaron... y su hijo pequeño también murió.
Creo que Goya llamó a su primer dibujo de la felonía de los franceses en España "Tristes presentimientos de lo que ha de acontecer" (obra, que por cierto, creo que ha sido robada). Nosotros llevamos varios años viendo esos mismos "tristes presentimientos", cuando nos llegue esa oscura hora a nosotros que nadie espere una mano amiga para salvarnos del sufrimiento, el dolor y la muerte.
Quizá si los utus/tutsis hubieran acertado con un pañuelo de moda, tendrían su muchachada y su Bardem en una barricada de Lavapiés defendiendo su guerra. Pero no. Puede que Arafat diseñara mejor porque sus muertos van a cinco columnas.
Gaza es una colección de huesos de antepasados desde el siglo XV antes de Cristo. Antes de Dios, diría, porque todas sus guerras son por haberle o no haberle visto.
El resto de la respuesta a este tema lo puse en mi blog, así que paso de cortar/pegar, pero JAS, la foto es tan demagoga como tú. Desde el máximo cariño y las secuelas de mi abducción, digo. Bsos
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