Imagíneselo: una tubería de su cocina revienta y usted telefonea a un electricista para que lo solucione. El que se presenta es un guardia forestal, y a usted le parece bien. Después deja a sus hijos en clase a sabiendas de que no le darán clase profesores, sino guionistas de televisión. Pasan los días, y el agua vuelve a anegar su casa y el niño, en vez de aprender a sumar, le recita, íntegro, el argumento de ‘Pasión de Gavilanes’.
Aplique el ejemplo a ‘la noche’, cuando se encienden las luces y se apagan los cerebros. Usted le pide a una copa a un tipo que cree que es un camarero, pero que en realidad es un tipo sin contrato al que malpagan por poner las copas sobre la barra. Usted escucha la música que le pone alguien que usted cree que es un pinchadiscos, otro tipo sin contrato que apenas distingue entre Paquito el Chocolatero y el Réquiem de Mozart. Cuando abandona el local, le despide otro tipo que hace de portero, sin contrato ni formación, al que pagan ocho euros por hora y que está allí como podría estar descargando fruta. Y usted, después, cuando vomita la bebida adulterada, toma aspirinas para el dolor de cabeza, y se da la enhorabuena por caer bien al portero y que esta noche no me haya tocado a mí, además, se queja. Se queja mucho.
Y usted olvida, cínicamente, que el precio de cada copa financia la estafa de los empresarios sin escrúpulos, de los que prefieren hacer más caja a cumplir la ley, que eso es para los pringaos. Y después, el lunes, la televisión se llena de ataúdes y de lágrimas y de amigos adolescentes que lloran a Álvaro Ussía. Entonces usted mira para otro lado.
4 comentarios:
Aun a riesgo de arruinarle los "comment" (no sé por qué, pero es opinar yo y ya no escribe nadie más. jejeje) voy a contarle algo.
Yo trabajé una vez en un local que de día era "otro negocio" y de noche una discoteca. Cuando me enteré de que los porteros cobraban en "negro" 15 euros la hora le dije a mis jefes que quería un cambio, que "a la mierda" mi actual curro y que yo quería la noche. Y ellos me contestaron que "yo no tenía en caracter adecuado" (que según me enteré era: pegar primero y preguntar después... y claro, no cuestionarse los métodos ni tener remordimientos).
Como imaginarás tuve que seguir de día cobrando una miseria y dando mi correspondiente porcentaje a Hacienda.
Debe ser cierto, mi hermana estuvo trabajando de camarera y me comenta lo mismo, que a los porteros se les exige exactamente eso, pegar primero y preguntar después.
Y luego existe aquello de "La patrulla", esa pequeña sociedad-mafia entre porteros...
Debe ser una necesidad. La legalidad que se propone ni compensa ni interesa a los dueños de la noche.
Seguiremos quejándonos.
Besos. LC
Bueno, si yo te contara...mejor que no, ya lo has expresado bastante bien en el post
besicos
Demagogia, querido jasp, hasta el punto de utilizar una rebundancia del estilo de "empresarios sin escrúpulos". El que usted cree que es un camarero, lo es, como el pinchadiscos sin contrato, porque ejerce tal función. La calidad del servicio, libre mercado, amigo, va en consonancia con el precio de la consumición de la que tanto alardeas, pero a la que no le encuentro relación con la muerte de Ussía, por más que la busco. Una copa en el Ritz, 18 euros, será mejor servida que una en tus garitos de referencia. Igual que oir a Mulero no es lo mismo que oir a servidor. Repito, mercado, oferta y demanda. Seguridad? Ni matones ni preparados. Ahí si que habéis visto muchas películas. Firma: un pinchadiscos que ha trabajado de camarero,que nunca a pinchado a Mozart y prefiere Homres G a Paquito el Chocolatero. (Obsérvese el pareado)
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