domingo, 7 de diciembre de 2008

Odetta, RIP

El día se puso negro a las seis de la tarde. En Nueva York, porque allí fue donde ocurrió, era la hora del mediodía. Salinger se habría preguntado dónde estarían los patos de Central Park en invierno. Llegaba al periódico y en el aire había un duelo agitado, como un zumbido coral, una amenaza de tinieblas, de malos presagios. Noviembre, o diciembre y sus promesas de cambio a medias. Siempres lo mismo. Una mano que cede, un corazón que separa.
El sms me llegó de un amigo. Breve, directo, suficiente: "Odetta ha muerto". Nosotros, también un poco. "Que su espíritu luminoso ysu volcánica voz de los cielos continue viviendo a través de los tiempos", dijo su representante en el sepelio, horas después. No es cierto que no sepamos quienes sepamos. Basta un golpe de fortuna, buena o mala, un violento empujón del destino, un disparo de adrenalina, para que nos reconozcamos.
A veces a la rutina se le cae la t. A veces, la muerte de un ser querido, aunque esté a kilómetros de distancia. Sé que algo muy especial sucedía cuando escuchaba a a esa anciana llorar sus penas y arrastrar su voz inminente por tantas y tantas canciones, Algo intransferible y feroz aquí, junto al esternón. Odetta, todo un género en símisma. Entera e inacacable. Como en 'Odetta and the Blues' (1962).
Murió alos 77 años. Su voz de titán vivirá siempre.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bellísimo

LC

Carlos Mateos dijo...

Era un día tan frío en Nueva York que los abogados llevaban las manos en sus propios bolsillos". Nada tiene que ver, pero como es la misma ciudad y no se quien es Odetta... Aún así, bonito texto.

Mr Blueberry dijo...

"A la rutina se le cae la t"...Que bueno...

Un saludo a los de Marte